Ella es una descarnada crítica literaria de entre casa y como no quiere hacerse un blog, directamente agarro y lo hago yo, poniendo más o menos las cosas que me acuerdo que me dice. Espero que les resulte útil.

sábado, 29 de enero de 2011

Cómo me hice monja. César Aira.

¡Uy dios mío cómo puteó con este! Cuando alguien recuerda el precio del libro que acaba de leer, es porque realmente le impactó mucho de alguna forma, en este caso se sintió estafada. ¡50 mangos pagué por esto! O algo así dijo.
No le gustó que el título (que le había parecido bueno) no tenga relación con la historia. No le gustó que sea protagonizada por el niño "César Aira" pero que habla de sí mismo como una mujer y encima se muera al final (¡Uia! ¡Perdón!).
En general le pareció tramposo, incoherente y feo. No le gustó y no y no y no.
Lo siento César, no creo que ella lea nada tuyo nunca más.

El Retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde.

Este libro le encantó, cosa que podría ser obvia porque es un clásico, pero bueh, no todos los clásicos le gustan a todo el mundo.
El tema es que según ella el libro describe con tanto detalle y pasión la belleza de Dorian que prácticamente el texto es "una máquina de hacer gays". Según ella si un tipo lo lee, inmediatamente se vuelve homosexual, o por lo menos mientras lo lee gusta de Dorian. Yo por ahora ni lo toqué.
Casualmete un tiempo después de que ella lo leyó se estrenó esa película con el príncipe Caspian haciendo de Dorian. Lógicamente ella la destestó y no le alcanzaba la boca para enumerar las diferencias estúpidas con el libro, empezando con que el tipo no es tan lindo. Pero eso no importa porque yo no leí el libro y también detesté la película, que me aburrió de lo lindo.
De Wilde por supuesto si leí "El Fantasma de Canterville" que fue un antecedente personal para mi película "Fantasma de Buenos Aires" (no sé si notan la similitud del título) pero eso es otra historia, porque acá el crítico de libros no soy yo.