Ella es una descarnada crítica literaria de entre casa y como no quiere hacerse un blog, directamente agarro y lo hago yo, poniendo más o menos las cosas que me acuerdo que me dice. Espero que les resulte útil.

lunes, 25 de marzo de 2013

La pregunta de sus ojos – Eduardo Sacheri




“¡Qué libro de mierda!” fue lo primero que dijo y me parece que no había leído ni veinte páginas.
Si bien este tipo de afirmaciones categóricas no es algo raro en ella, en general son disparadas hacia las películas, los programas de TV, los diarios o incluso personas. Es poco común que lo diga sobre un libro que ella elige comprarse. Así que un juicio de semejante contundencia produjo en mí casi una obligación a hojear el libro y constatarlo.
Lo que noté en una primera mirada es que la prosa se sentía algo amateur. No tengo mucha justificación para esto, es algo que sentí leyendo sólo unos párrafos. Posiblemente el autor no haya salido muy bien parado de la trampa en que se metió, que es la narración en primera persona. Supongo que por algo Borges a veces se usaba a sí mismo como protagonista, tal vez para poder escribir en primera persona con su propio estilo. Por algo los narradores de Hammett son personas parecidas a él, que también fue detective. Pensar en un narrador que es menos educado y en definitiva peor escritor que uno mismo es una paradoja estilística, posiblemente sólo sorteable con la ironía, pero aquí no parece haber eso.
Pero igual lo siguió leyendo. Le molestó enormemente la falta de homogeneidad en la duración de los capítulos, pero no sé si se detuvo a analizarlo mucho. Simplemente le molestó.
Enseguida apareció la lista de diferencias con la película El secreto de sus ojos. Lo primero que me comentó fue el tema que la obsesiona:
“El personaje de la mina no existe”. Cosa que anota un punto a favor para la adaptación de el mismo Sacheri y Campanella, que le dio más importancia a la mujer.
La excusa por la que apuntan al sospechoso (su conveniente cara de asesino obsesionado en fotos familiares) le había arrancado algunas puteadas al ver la película y lo mismo pasó en el libro. Opino que es algo endeble, es cierto.
Ella me contó que en el libro nunca van a la cancha de Racing, que Francella no muere heroicamente y que al final el tipo encuentra a todos muertos, en lugar de vivos como en el filme, donde opta por encubrir al marido secuestrador justiciero, cosa que a mí me resultó al menos dudoso con la ética del personaje que se venía construyendo. Creo que el trabajo de adaptación al cine fue a lo Hitchcock, es decir que se deja de la obra original sólo la anécdota central y se crea un guión casi desde cero.
La última zona de la novela le resultó algo melancólica y de alguna manera la reconcilió con su lectura. O sea que se calmó un poco.
Al final lanzó algunos improperios sobre lo innecesario de adaptar novelas al cine y sobre lo innecesario de que se sigan haciendo más películas en el mundo.
Lo único que me dejó en claro esta extraña aventura que fue ver a mi mujer leer esto, es que no creo que jamás vuelva a comprar una novela donde en la tapa haya una foto de Ricardo Darín.

domingo, 16 de octubre de 2011

Trilogía Millenium. Steig Larsson

El primer libro la hizo adicta. Inmediatamente se compró el segundo y el tercero. Leía constantemente, en la cama, en la cocina, en el living en el baño. Durante alguna semanas pude saber perfectamente qué hacía mi mujer todo el tiempo: leía.
Yo no leí ninguno de los libros pero vi la primera película, cosa que innegablemente me otorga un absoluto y completo derecho de opinar con la más amplia arbitrariedad sobre las tres novelas. Yo sólo quiero comentar que gran parte del encanto de la saga se debe a la protagonista femenina, que encarna cierta fantasía de quién querrían ser las mujeres, rudas, inteligentes, agresivas, sexys, pero sufridas. Creo que hoy más que nunca ellas están en igualdad de condiciones de pelear, si las armas son computadoras. Igual, esa Lisbeth te puede dar una paliza mano a mano, parece.
Volviendo a mi mujer, aunque el primer libro la fanatizó, el segundo no le gustó tanto y el tercero lo terminó leyendo más por fidelidad a la saga que otra cosa. Según ella en estas dos últimas novelas (que tienen unos títulos tan largos que les ahorro leérselos) están atiborradas de eventos con débiles o arbitrarias conexiones, y la trama es más desprolija que la primera. Ella desconfía de la leyenda del tipo que escribió las tres novelas completas en soledad y no las pudo ver publicadas, directamente cree que la segunda y la tercera fueron escritas por otra persona, tal vez en base a notas o ideas de Larsson. Nunca lo sabremos, pero es cierto que la historia es un poco rara, no son los tiempos de Kafka y una segunda parte sólo se hace después del éxito de la primera. Ni George Lucas sabía si iba a haber una segunda parte cuando hizo la primera película de Star Wars. Yo creo que ni sabía que Darth Vader era el padre de Luke, pero eso es un tema mío.
En definitiva, detrás de "Los hombres que no amaban a las mujeres" y las otras dos, pudo haber un hombre que amara las letras, pero es seguro que hubo muchos, muchos más que amaban el dinero.

domingo, 3 de abril de 2011

SUNSET PARK - Paul Auster

Lo primero que dijo fue algo así como "Este tipo escribe muy bien pero no tiene nada qué decir". Yo pispié y vi que aún le faltaban algunas páginas para terminar y pensé que en una de esas al final levantaba. Y fue más o menos así, según ella si se unen las primeras veinte páginas con las últimas diez quedaría una genialidad, pero en el medio hay un relleno con chanchaditas supuestamente trasgresoras y/o modernas, llenas de palabras subiditas de tono como por ejemplo "vagina". En esto se mezcla algunos toques autobiográficos modificados. Su conclusión es que el famoso Auster es un gran escritor, pero es más grande cediendo a los pedidos del comercio editorial.
Y bueno quién lo puede culpar a Pablito Austero, después de todo vivir en New York debe ser carito.

viernes, 18 de febrero de 2011

Crepúsculo. Stephenie Meyer.

Y... más o menos. Yo se lo regalé porque la película le había gustado (la primera, porque las otras dos son un choreo).
Le sorprendió cuánto se nota que está destinado a un segmento de público específico, chicas adolescentes, claro. Según ella arranca bien pero después se la pasan hablando y hablando y cuando viene la parte de acción en que se persiguen y se fajan, se siente que no está bien integrada al resto de la novela. Una observación sobre la película es que el vampiro Edward, es más macho en el libro.
En fin, cuando ella se enteró de que me había salido $80 me mandó a venderlo a una librería-videoclub que hay acá en Chacarita.
Me dieron $20.
Y ahora lo tienen expuesto como si fuera la biblia de Gutenberg.

sábado, 5 de febrero de 2011

Cae la noche tropical. Manuel Puig

Este le gustó bastante. Me dijo que todo el libro eran conversaciones entre dos viejas argentinas que estaban en Brasil y que a través de esas charlas uno va reconstruyendo sus historias y las de otros personajes. Para comprobar esto yo chusmié la primera página y efectivamente constaté que era una conversación entre dos viejas, cosa que me resultó motivo suficiente para cerrar el libro y no volver a abrirlo. Pero a ella le gustó. Parece que hacia el final la cosa se va poniendo algo trágica pero tiene un remate de humor ingenioso y al mismo tiempo coherente, que está muy bueno. Eso sí, según ella es un libro para entendidos en Puig, o sea que si quieren empezar a leer este autor mejor agarren algo como "El beso de la mujer araña".
Pobre Raúl Juliá que se murió.
Aguante William Hurt. Aunque un amigo trabajó con él y dice que el tipo es insufrible.

sábado, 29 de enero de 2011

Cómo me hice monja. César Aira.

¡Uy dios mío cómo puteó con este! Cuando alguien recuerda el precio del libro que acaba de leer, es porque realmente le impactó mucho de alguna forma, en este caso se sintió estafada. ¡50 mangos pagué por esto! O algo así dijo.
No le gustó que el título (que le había parecido bueno) no tenga relación con la historia. No le gustó que sea protagonizada por el niño "César Aira" pero que habla de sí mismo como una mujer y encima se muera al final (¡Uia! ¡Perdón!).
En general le pareció tramposo, incoherente y feo. No le gustó y no y no y no.
Lo siento César, no creo que ella lea nada tuyo nunca más.

El Retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde.

Este libro le encantó, cosa que podría ser obvia porque es un clásico, pero bueh, no todos los clásicos le gustan a todo el mundo.
El tema es que según ella el libro describe con tanto detalle y pasión la belleza de Dorian que prácticamente el texto es "una máquina de hacer gays". Según ella si un tipo lo lee, inmediatamente se vuelve homosexual, o por lo menos mientras lo lee gusta de Dorian. Yo por ahora ni lo toqué.
Casualmete un tiempo después de que ella lo leyó se estrenó esa película con el príncipe Caspian haciendo de Dorian. Lógicamente ella la destestó y no le alcanzaba la boca para enumerar las diferencias estúpidas con el libro, empezando con que el tipo no es tan lindo. Pero eso no importa porque yo no leí el libro y también detesté la película, que me aburrió de lo lindo.
De Wilde por supuesto si leí "El Fantasma de Canterville" que fue un antecedente personal para mi película "Fantasma de Buenos Aires" (no sé si notan la similitud del título) pero eso es otra historia, porque acá el crítico de libros no soy yo.